Antes de entrar en posibles actividades extracurriculares en que los estudiantes pudiesen involucrarse de manera virtual, es importante recordar cuál es el rol que juegan estas actividades en el college application process. Las actividades extracurriculares no son una competencia para ver quién acumula más horas de voluntariado, diluidas entre docenas de asociaciones. Tampoco tienen como propósito descubrir al estudiante que pueda involucrarse en más deportes o actividades sin comprometerse de lleno con ninguno/a. De hecho, la regla de oro en lo que a actividades extracurriculares respecta es CALIDAD sobre CANTIDAD. Los propósitos principales de hacer cosas fuera del horario de clases son:
Explorar y/o satisfacer intereses
Contribuir a la comunidad
Demostrar sentido compromiso (y otros aspectos de la personalidad del estudiante)
Dicho esto, existen muchísimas oportunidades para lograr estos objetivos de forma virtual y, de hecho, es necesario hacerlo para quienes aspiran a las universidades más competitivas. Si la cuarentena hubiese durado tres semanas, no hubiese habido problema con que los estudiantes pausaran su involucramiento extracurricular por ese periodo. Sin embargo, dado el tiempo tan prolongado que hemos tenido que permanecer en casa, las universidades posiblemente tendrán la expectativa de que, aquellos estudiantes a quienes su situación financiera y de salud se los permita, logren reinventarse. Además, los estudiantes estarán compitiendo contra otros candidatos que sí se reinventaron.
En este sentido, les comparto cinco tipos de actividades extracurriculares con algunas ideas de cómo migrarlas a formato virtual. La meta no es que ahora se involucren en nuevas actividades que no son de su interés, sino que encuentran la forma de continuar haciendo lo que aman (o algo relacionado) a pesar de las restricciones de encuentros presenciales.
1. Actividades culturales: estas actividades incluyen tocar instrumentos musicales, aprender idiomas, pintar, tomar clases de baile o ser apasionado de museos, entre muchas otras. Para quienes tomen clases (de música, idioma, pintura o baile, por ejemplo), consideren solicitarles a sus instructores que continúen impartiéndolas de forma virtual. Todas esas ramas artísticas permiten la enseñanza virtual y, aunque la efectividad del aprendizaje no sea la misma que en formato presencial, podrán seguir desarrollando su talento y no olvidarán (ni retrocederán) lo que ya habían aprendido. Si sus instructores no tienen la capacidad de hacerlo, busquen opciones en línea. Abajo algunas sugerencias básicas:
Música: Coursera o Berklee online
Idiomas: Duolingo, Rosetta Stone o Babbel
Pintura y diseño: Coursera (design), Udemy, Lynda, Creative Art o Skillshare (https://www.format.com/magazine/resources/illustration/best-online-drawing-classes-illustration)
Danza: las academias de danza en Panamá han continuado ofreciendo clases virtuales; otras opciones online incluyen CLI Studios y Dancio
Para los aficionados de la historia del arte, además de algún curso en Coursera, recomiendo este artículo con vínculos a visitas guiadas en distintos museos alrededor el mundo: https://www.theguardian.com/travel/2020/mar/23/10-of-the-worlds-best-virtual-museum-and-art-gallery-tours
Para los aficionados de la música, la pintura y la redacción, entre otros, incluso podrían considerar enviar sus trabajos a competencias virtuales a nivel internacional.
2. Actividades de tipo intelectual: estas actividades incluyen todas aquellas que requieran de preparación académica para ser completadas. Por ejemplo:
Debate: recomiendo a los estudiantes apasionados del debate participar en foros virtuales como VMUN o WeMUN, desempeñándose ya sea como delegados o como chairs.
Olimpiadas de ciencias y matemáticas: las nacionales se realizarán de forma virtual (http://opm.org.pa/WPsite/).
Clubes de lectura: para los aficionados de la lectura, hay muchos book clubs virtuales a los que pudiesen sumarse, o incluso pudiesen iniciar uno con compañeros que compartan su interés. Sólo deben escoger un libro, comprarlo en formato digital vía Amazon (Kindle) u otro servicio similar, establecer un tiempo para leerlo, redactar algunas preguntas analíticas, y reunirse una vez por mes (o en el período que determinen conveniente) para contestarlas en grupo e intercambiar impresiones sobre lo leído.
Cursos: en Coursera hay cursos gratuitos para aprender de todo tipo de temas, desde cómo ser un negociador efectivo hasta la filosofía de Platón y sus antecesores.
3. Actividades de tipo profesional:
Pasantías: dada la afectación económica a miles de compañías a nivel nacional, y los recortes de personal que ésta ha producido, es posible que muchas empresas estén interesadas en pasantes (o “interns”) que estén dispuestos a trabajar de forma gratuita o a bajo costo en tareas puntuales. Esto representa una oportunidad para ustedes, para explorar si una industria o carrera es de su agrado, o para demostrar su interés en la misma. Tareas como manejo de redes sociales, digitalización de información, entre muchas otras, son cosas que pudiesen hacer a distancia y que les darían un mayor entendimiento de lo que hace una compañía. Escríbanle a personas que conozcan en industrias de su interés, sobre todo pequeños empresarios, pues lo peor que puede pasar es que les digan que no tienen la necesidad en estos momentos.
Plataformas para freelancers: si tienen destrezas desarrolladas en temas o programas específicos (como coding, diseño gráfico, traducción, tutorías, etc.), pueden enlistarse en sitios web como Upwork, en los cuales podrán ponerle precio a sus servicios y esperar a ser contactados por clientes potenciales. El trabajo en sí podrán hacerlo en el horario que les convenga. Esto les permitirá darle validez a esas destrezas que tal vez hayan desarrollado de manera informal, y también ganar experiencia (además de ganarse algo de dinero).
Ventas de productos: si son aficionados de la cocina, la pintura o algún otro arte que lleve a la generación de productos, incluso pudiesen establecer un pequeño negocio a través de redes sociales, utilizando la plataforma de Cuanto (u otra similar) para mostrar sus productos y recibir sus pagos. Emprender demuestra iniciativa, determinación y la capacidad de tomar riesgos, entre muchas otras virtudes.
4. Actividades atléticas:
Estas son tal vez las actividades más difíciles de migrar a formato virtual. Sin embargo, nada es imposible. Los fanáticos del futbol, el futbol americano o el basquetbol, entre otros deportes, podrían ofrecer clases de entrenamiento físico e incluso de estrategia en el deporte a jugadores más pequeños. También podrían aprovechar el tiempo en casa para certificarse como coaches en sus disciplinas deportivas.
5. Actividades de ayuda comunitaria
Las gran mayoría de las organizaciones no gubernamentales (ONG) tiene necesidad urgente de voluntarios en estos momentos. Dar clases (de ejercicios, pintura, origami, fotografía o lo que quieran) a jóvenes con discapacidad intelectual a través de la plataforma virtual de Olimpiadas Especiales, o cocinar, en coordinación con Comida para nuestros Héroes, para los doctores y enfermeras que, turno tras turno, exponen sus vidas para salvar las nuestras, son sólo algunas ideas de cómo contribuir a la comunidad en estos momentos de tanta necesidad. Casa Esperanza también busca voluntarios que puedan dictar talleres virtuales desde sus casas. Escojan una causa que les guste o con la cual se identifiquen y escríbanle a través de redes sociales para ofrecerse como voluntarios. No tengo duda de que les lloverán asignaciones.
En conclusión, los exhorto a todos a aprovechar el tiempo en casa para explorar sus intereses ya sea de forma teórica o práctica, y para apoyar a las personas más necesitadas aportando sus conocimientos y habilidades. Les recuerdo que lo más importante es escoger actividades y/o causas que verdaderamente les interesen y que, en el caso de proyectos con impacto social, se animen a continuar con ellos en los años que vienen. Esto no sólo les ayudará durante el college application process, sino que les llenará de gran satisfacción a nivel personal.
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