En este post, analizaré las repercusiones de la decisión que han tomado muchas universidades de hacer el SAT/ACT un componente opcional para el ciclo que se avecina (estudiantes que empezarán la universidad en agosto o septiembre de 2021), a raíz del Covid-19. Antes de analizar las implicaciones de estos cambios, es importante enfatizar que la gran mayoría de las universidades ha adoptado una política Test-Optional, no una Test-Blind. La diferencia entre estas políticas es que en la Test-Optional las universidades considerarán los puntajes de quienes los envíen mientras que en la Test-Blind no considerarán el puntaje de ningún candidato. Aunque las universidades con políticas Test-Optional indiquen que quienes no envíen exámenes estandarizados no estarán en desventaja, la realidad es que, en igualdad de condiciones, preferirán al estudiante que sí los tenga. A primera vista, que las universidades más competitivas estén adoptando políticas Test-Optional puede parecer ventajoso. Se deduce que aquellos estudiantes que tenían dificultad logrando puntajes altos en dichos exámenes podrán aspirar a mejores universidades y tendrán mejores oportunidades de ser admitidos. Pero la realidad es que, en cualquier proceso, si una política representa una ventaja para todos los participantes, entonces ésta deja de ser una ventaja. Así, a continuación comentaré acerca del posible efecto que el cambio de política tenga en los distintos tipos de estudiantes: - Los estudiantes que tengan calificaciones y puntajes de exámenes estandarizados por encima del promedio de las universidades a las que aspiran continuarán siendo los más favorecidos. Este grupo verá poca afectación e incluso pudiese verse beneficiado pues, con menos oportunidades para tomar los exámenes, habrá menos candidatos que logren obtener puntajes altos (y por ende el grupo total de candidatos con este perfil será tal vez más pequeño que en años anteriores). - Los estudiantes que tengan calificaciones altas* pero que no logren puntajes altos en los exámenes, y por ende decidan no enviarlos, se enfrentarán ante muchísima competencia. Los exámenes estandarizados solían disuadir a muchos estudiantes de postularse a universidades cuyos puntajes promedios estuviese demasiado por encima de los que ellos habían obtenido. Este año, con las comodidades de ir a la escuela desde casa, muchos estudiantes habrán subido sus calificaciones. Sin embargo, con menos oportunidades de tomar exámenes estandarizados, y sintiéndose tranquilos de que éstos ya no son requeridos por muchas universidades, muchos no lograrán puntajes altos en el SAT/ACT. Esta población (de estudiantes con calificaciones altas pero sin puntajes) será muy grande. Todos creerán que tienen posibilidades en las mejores universidades (dadas sus buenas calificaciones y el hecho de que los exámenes no son requeridos). Es aquí donde veo el mayor riesgo. El número de plazas disponibles en las universidades será el mismo que en años anteriores. Al aumentar el número de candidatos, la competencia será mucho más fuerte. - El grupo de estudiantes de calificaciones normales con puntajes de SAT / ACT altos será poco común en este ciclo, y es ahí donde veo una gran oportunidad. Es muy posible que las universidades quieran asegurar un porcentaje mínimo de estudiantes con puntajes de SAT/ACT. A fin de cuentas, es una política nueva que trae consigo algunos riesgos. Si, por ejemplo, el SAT/ACT es un factor importante para predecir el éxito académico, eliminarlo del todo podría ocasionar una disminución en el “retention rate” (porcentaje de estudiantes que regresa después del primer año) o en el “graduation rate” (porcentaje de estudiantes que se gradúa en 4 ó 6 años), lo cual a su vez afectaría el ranking de la universidad. En busca de estudiantes con puntajes altos, y al verse reducido el tamaño del grupo 1 (arriba), tendrían que recurrir a otros estudiantes que los hayan obtenido, aunque tengan calificaciones un poco inferiores. Estudiantes con puntajes altos en el SAT/ACT podrían ser admitidos, en mayores cantidades, a universidades que usualmente exigen calificaciones un poco más altas de las que ellos tienen. - El grupo de estudiantes con calificaciones más bajas y sin buen puntaje de exámenes estandarizados para enviar a las universidades debe intentar diferenciarse a través de sus extracurriculares o ensayos, y a la vez mantenerse realista con sus aspiraciones. Con mayor competencia de los grupos de arriba, será difícil lograr admisión a universidades con promedios por encima de los que ellos hayan obtenido. En conclusión, TODOS los estudiantes se verían particularmente beneficiados de tener un SAT/ACT alto en este ciclo por lo que, en caso de que lleguen a ofrecerlo en Panamá**, les recomiendo tomarlo aunque no sea requerido. A todos les conviene aprovechar el tiempo extra que tienen en casa para prepararse para estos exámenes y hacer su mejor esfuerzo por obtener un puntaje alto. De ser posible, intenten tomarlo varias veces en la búsqueda incesante de puntos adicionales (gracias a mayor preparación o a una mejor curva) que puedan hacer una diferencia cuando sus candidaturas sean evaluadas. Como siempre, sugiero también aprovechar la política de Score Choice que ofrece la mayoría de las universidades, y prepararse intensamente para una sección primero y luego intensamente para otra. *En todo momento, al hablar de calificaciones o puntajes altos o bajos, me refiero s a aquellos en la parte más alta o más baja, respectivamente, del rango promedio de una universidad dada. *Si el SAT/ACT no llegan a ofrecerlo en Panamá, las universidades entenderán que los estudiantes realmente no tuvieron oportunidad de tomarlo. Casi ningún estudiante panameño enviará puntajes, por lo cual el grupo de candidatos será evaluado en igualdad de condiciones. A continuación una lista, en orden alfabético, de algunas de las universidades que han adoptado políticas Test-Optional o Test-Blind para el ciclo que viene: Babson Bentley Boston College Brown Cal Tech (test-blind) Carnegie Mellon Columbia Cornell Dartmouth Duke Georgetown Harvard Johns Hopkins Northwestern Notre Dame NYU Penn State Princeton Purdue (SAT/ACT recommended; test-flexible) Rice Stanford Tufts U Chicago U Penn UC Berkeley UCLA USC UVA Vanderbilt Villanova Wash U St. Louis Yale (Northeastern, SMU, TCU, American, GW, UM y Tulane, entre otras, eran test-optional para international students desde antes de la pandemia).
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